Diagnosis

Muchos pacientes quieren entender cómo los médicos diagnostican la hepatitis autoinmune (AIH). Desglosamos el proceso complejo para diagnosticar esta rara enfermedad.

Resumen.

El diagnosticar AIH en un paciente puede ser complicado y en algunos casos requerir muchos meses o incluso años. Dado que la AIH es una enfermedad poco común, los pacientes a quienes se sospecha tener una enfermedad hepática probablemente consultarán con un especialista llamado un gastroenterólogo o un hepatólogo.

Antes de hacerse un diagnóstico de AIH, un hepatólogo o gastroenterólogo descartará otras causas de daño al hígado (por ejemplo, la esteatosis hepática) y puede que haga preguntas acerca del consumo de drogas y alcohol, incluyendo medicinas recetadas, vitaminas, suplementos y drogas recreativas para determinar si estos pudieron haber contribuido al daño al hígado.

Durante su examen, su médico probablemente le preguntará sobre infecciones virales o bacterianas previas, otras enfermedades autoinmunes que pueda tener, y el historial médico de familiares de primer grado (padres, hermanos e hijos). El médico probablemente solicitará análisis de sangre para determinar si usted tiene inflamación del hígado (resultados hepáticos anormales) o autoanticuerpos.

 

Pruebas hepáticas anormales.

Los análisis de hígado más importantes para la AIH incluyen la alanina aminotransferasa (ALT) y el aspartato aminotransferasa (AST), dos enzimas presentes en las células hepáticas. Los pacientes con AIH e inflamación activa del hígado típicamente tienen células hepáticas que han sido dañadas por células inmunes hiperactivas. Esto causa que la ALT y el AST se filtren en la sangre en niveles más altos al momento de realizarse la prueba. Los pacientes sin daño al hígado típicamente tienen bajos niveles de ALT y AST.

Autoanticuerpos.

Los autoanticuerpos son proteínas formadas por el sistema inmune cuando reconoce material ajeno en el cuerpo. La presencia de autoanticuerpos puede ayudar a diagnosticar trastornos autoinmunes. En el caso de la AIH, los anticuerpos antinucleares (ANA) y/o anticuerpos de músculo liso (SMA) / anticuerpos antiactina a menudo están presentes, pero no siempre.

Biopsia del hígado.

Una biopsia del hígado generalmente es prescrita para ayudar a establecer una diagnosis de AIH y determinar si hay tejido blando en el hígado. Este procedimiento normalmente es realizado por un radiólogo.

Muchas biopsias son hechas colocando una aguja en el hígado a través del abdomen (biopsia percutánea); sin embargo, en ciertas instancias, el radiólogo puede hacer la biopsia del hígado usando una vena cava en el cuello del paciente (biopsia hepática transyugular). En la mayoría de los hospitales, un radiólogo puede realizar una biopsia del hígado tomando tejido a través de la piel abdominal encima del hígado. Este procedimiento percutáneo a menudo se realiza usando medicamento anestésico en el sitio de la biopsia. La medicina intravenosa también puede ayudar al paciente a relajarse. Durante el procedimiento, se adquiere una pequeña muestra de tejido hepático para determinar la presencia de tejido blando (fibrosis) y si el paciente tiene AIH.

FibroScan.

El FibroScan es un procedimiento no invasivo que los médicos usan a menudo para monitorear el entumecimiento (fibrosis) en los pacientes después de una diagnosis. Usa ondas sonoras para medir sin dolor el entumecimiento hepático. Esta prueba no debe reemplazar la biopsia del hígado y no ha sido estudiada ampliamente en los pacientes con AIH. Un FibroScan no es un indicador fiable del grado de fibrosis cuando el hígado presenta un alto nivel de inflamación, por lo cual no es usado típicamente cuando un paciente está siendo diagnosticado con AIH. Muchos médicos usan los FibroScans como una manera de seguir a los pacientes con el transcurso del tiempo para garantizar que el tratamiento de la AIH sea óptimo.

 

Tipos de AIH.

Tipo 1: 90%

Caracterizado por anticuerpos antinucleares (ANA) y/o anticuerpos de músculo liso (SMA)/ anticuerpos antiactina*. La enfermedad puede aparecer a cualquier edad, pero generalmente comienza en la adultez.

Tipo 2: 10%

Caracterizado por anticuerpos a microsoma de hígado riñón tipo 1 (anti-LKM1)*. Es más probable que la aparición ocurra a una edad temprana, y estos pacientes usualmente requieren inmunosupresión a largo plazo.

* Hasta un 20 por ciento de los pacientes puede ser AIH seronegativo en donde los anticuerpos clásicos están ausentes.